Cronicas Gabicianas - Pasaporte (3a. parte)

DIA 3

Esta magnana el telefono suena mas temprano que nunca. Es A quien llama a las 4:45 am para decirme que ya es hora de levantarme para que hoy si pueda tener un pasaporte en las manos. Me levanto, me pongo un pants, tomo mis documentos y junto con mi madre nos salimos de la casa a las 6:20 con el fin de llegar a la Delegacion Iztacalco a las 6:30.





En cuanto nos bajamos del taxi mi corazon se estresa porque ya hay una fila de unas 70 personas aproximadamente. Mis ojos no lo creen y yo me pregunto desde que hora la gente esta dispuesta a llegar. En ese instante, busco al segnor del bigote, a lo mejor el ya esta. Efectivamente, el esta parado desde las 5 am y es de los primeros 30. Lo saludo con mucho afecto, como si fueramos viejos conocidos, me incorporo a la fila en medio de una miradas curiosas y a esperar con paciencia.





Hace frio, trato de entretenerme viendo a un perro callejero jugar con otra solicitante. Los olores a tamales, atole, sopes y pan se confunden y llegan hasta mi despertandome el apetito. Me siento rara, nerviosa. En eso mi madre voltea a verme fijamente y me dice: "Por que no te peinaste". Contesto que si lo hice pero me queda la duda. Tomo un espejo, me miro y en efecto, luzco horrible.





Las ocho y sereno y la misma persona de ayer sale a repartir solicitudes con sellito morado. Esta vez si me toca una, misma que lleno de inmediato. A mucha gente la regresan por el acta de nacimiento. Cuando es mi turno para que me atiendan, todo sale de maravilla. Me dicen que pase a tomarme la foto y que regrese en una hora a recoger mi pasaporte. Salgo feliz.





Mi mamichi y yo nos vamos a desayunar y en una hora regresamos. Voy por mi pasaporte y la segnora que me lo entrega me pide que revise mis datos. En cuanto abro el pasaporte, miro mi foto y externo que sali horrible. La empleada me dice que no me preocupe que el problema es que estoy despeinada, pero que hay quien sale peor. Sonrio, me despido y salgo con un documento de viaje color verde en mis manos. Me siento aliviada.