La toma de protesta de Obama como el primer presidente negro hizo que este día fuera diferente. Los corazones de millones de personas alrededor del mundo se llenaron de alegría. Pero, ¿qué celebrarían más? La salida de Bush y así el cierre de un ciclo nefasto o la llegada de Obama (una figura sin duda con toques mesiánicos).
Una vez, mi ex jefa me dijo que el mundo debería tener derecho a votar por el presidente de Estados Unidos porque esa era una decisión de todos. La recuerdo pasadita de copas, enojada, nostálgica y gritando: "Dios salve al mundo". Esto ocurrió cuando ella se enteró que Bush había ganado su reelección.
¿Qué tiene Obama que encantó no solamente a los estadounidenses sino al mundo entero? Si yo fuera estadounidense, sin duda hubiera votado por él. Como mexicana, celebro este acontecimiento deseando que todo sea para bien ya que de su bienestar depende mi pais en gran medida.
Sin embargo, hay algo que me asusta. ¿Por qué la gente pone todas sus esperanzas en él? ¿Por qué esa necesidad de creer en alguien para sentirse aliviado, tranquilo y con aliento para seguir adelante? La Biblia dice que es "maldito el hombre que confía en el hombre". Y es muy cierto ya que cuando lleguen las fallas de Obama, sin duda traeran desilución o desencanto. Es mejor depender al 100% de Dios y sus promesas. Lo digo sin demeritar lo ocurrido hoy.
Foto tomada por ABC
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